Sermones para leer

ESTUDIO SOBRE ALMA Y ESPÍRITU
=============================

L
a palabra Espíritu (PNEUMA) corresponde al hebraico RUACH, que es usada en el Antiguo Testamento 377 veces, siendo casi siempre traducida por espíritu, viento o respiración.
La palabra RUACH ha sido traducida de la siguiente manera:

- Soplo = 33 veces (Ej.: Ezeq. 37:5)
- Viento = 117 veces (Ej.: Gen. 8.1)
- Espíritu = 76 veces (Ej.: Jueces 15:19)
- Vida = 25 veces (Ej.: Salmo 146:4)
- Aliento = 9 veces (Ej.: Ezeq. 11:5)
- Espíritu de Dios = 94 veces (Ej.: Isaias 63:10)
- Sede de las emociones = 3 veces (Ej.: I Sam. 1:15)

Es importante enfatizar que si la Biblia declara que tanto NEPHESH (755 veces) como PSIQUE (105 veces) pueden morir, como declaran los pasajes de Ezequiel 18:4; Apocalipsis 16:3 y Hechos 3:23, existe aquí la prueba máxima de que estos vocablos no indican que la persona pueda tener una existencia consciente e independiente después de la muerte. Esta idea corriente en nuestros días, viene de la dicotomía que algunos encuentran que puede existir entre la mente y el cuerpo. La gran mayoría de las personas hoy cree que el alma puede vivir separadamente del cuerpo físico. Esto no es enseñado por la Biblia, como veremos a seguir:

"Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben cosa alguna, ni tampoco tendrán ellos recompensa, porque su memoria es puesta en olvido. El amor, el odio y la envidia para ellos ya feneció; para siempre no tienen ellos parte en cosa alguna de lo que se hace debajo del sol". (Ecle. 9:5-6).
"Los muertos no alaban al Señor, ni los que descienden a la región del silencio".(Salmo 115:17).
"Sus hijos reciben honras,él no lo sabe; son humillados, y él no lo percibe".(Job 14:21).
"Lázaro nuestro amigo duerme, pero voy a despertarlo del sueño".(Juan 11:11).(Note que Lázaro ya había muerto).
En la Biblia, la muerte es llamada de "sueño" 54 veces. La muerte es un sueño sin sueños, en el cual no tenemos consciencia de nada. Cuando Cristo venga, entonces El llamará los Suyos de las tumbas para la inmortalidad. La inmortalidad está condicionada a la plena aceptación de Cristo por la fe, el Autor y Donador de la Vida. Nosotros, seres humanos, tenemos vida derivada, pero Cristo tiene vida en Si mismo:

"Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida". (Juan 14:6).

"La trompeta sonará, los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que este cuerpo corruptible se revista de la incorruptibilidad, y que el cuerpo mortal se revista de la inmortalidad". (I Cor. 15:52-53).
"Y manifestada ahora por el aparecimiento de nuestro Salvador Cristo Jesús, el cual no solo destruyó la muerte, como trajo a la luz la vida y la inmortalidad, mediante el evangelio". (II Tim. 1:10).
"Aquel que tiene el Hijo, tiene la vida; aquel que no tiene el Hijo de Dios no tiene la vida". (I Juan 5:12).

EXPLICACIÓN PARA ALGUNOS PASAJES.-

1.- Lucas 12:19 = En este texto, psique está siendo empleada con el sentido de persona, esto es, una persona hablando consigo misma.

2.- Lucas 12:20 = Se entiende que la persona iría morir, luego psique debería ser traducido por vida. La prueba de esto es que en los versos 22 y 23 psique fue traducida exactamente por vida.

3.- Mateo 10:28 = Jesús está amonestando los discípulos para enfrentar las persecuciones que vendrían, con el riesgo de perder la propia vida. Los discípulos no deberían temer los perseguidores que podrían como máximo quitarles la vida terrestre, pero no podían evitar la resurrección para la vida eterna. "Temed antes aquel que puede hacer perecer en el Geena “tanto el alma como el cuerpo". En otras palabras Jesús nos quiso enseñar que los hombres aquí podrán terminar con nuestra vida, pero quien tiene la vida en sus manos es Dios, que puede terminar con toda posibilidad de existencia en el día del juicio final. El temor debería ser en el sentido de la persona no estar preparada para la muerte, pues esto significaría la pérdida de la vida eterna.
La traducción correcta sería: "No temáis los que matan el cuerpo, pero no pueden matar la vida eterna; temed antes, aquellos que pueden hacer perecer en el Geena tanto el cuerpo como la vida eterna".

4.- Lucas 16:22-31 = Note que esta es una parábola y no un texto literal. Note también que Abrahan dice en el versículo 26: "Y, además de esto, está puesto un gran abismo entre nosotros y vosotros, de suerte que los que quieren pasar de aquí para vosotros no pueden, ni los de allá pasar para acá". Note también que Abrahan dice que "tampoco se dejarán persuadir, aun cuando resucite alguien de entre los muertos". O sea, para una posible "comunicación" entre vivos y "muertos", precisa existir una resurrección, y esto solo es posible a través del poder y misericordia de Cristo. Y cuando digo resucitar, no estoy diciendo que crea que un alma sin cuerpo físico pueda estar volando por el espacio y así entrar en contacto con los seres humanos. Esto es simplemente Espiritismo, y esta doctrina no proviene de Dios. No existe la reencarnación. Cada persona tiene la oportunidad de vivir una vez en este mundo y después de eso viene el juicio:



"Y, así como a los hombres está ordenado morir una sola vez y, después de eso, el juicio, así también Cristo, habiéndose ofrecido una vez para siempre para quitar los pecados de muchos, aparecerá segunda vez, sin pecado, a los que Lo aguardan para la salvación". (Heb. 9:27-2Cool.
Creer que una persona pueda reencarnarse es negar la existencia del juicio de Dios; y esto es muy peligroso. Nuestro planeta tiene aproximadamente 6.000 años de existencia, y durante todo ese tiempo, Dios le ha dado la oportunidad a cada persona de hacer de su vida lo que bien entienda; pero de cada acto tendremos que dar cuentas en el día del juicio, que está cada vez más cerca. Dios nos dio el libre albedrío, pero no por eso estamos libres de prestar cuentas de aquello que hicimos de nuestras vidas, que en verdad son "emprestadas".

LAS PALABRAS INMORTAL E INMORTALIDAD.-

1.- La palabra INMORTAL es usada 2 veces en la Biblia, refiriéndose a Dios.

- I Tim. 1:17 = al Rey eterno, inmortal.
- Rom 1:23 = ... a la gloria del Dios inmortal (RSV)

2.- La palabra INMORTALIDAD (del griego ATHANASIA = que nunca muere) es usada 5 veces en el texto sagrado.

- I Tim. 6:16 = El único que posee inmortalidad - Dios
- Rom. 2:7 = El cristiano es descrito como buscando la inmortalidad.
- II Tim. 1:10 = Cristo nos trajo la inmortalidad.
- I Cor. 15:53 = Con la segunda venida de Cristo, los justos resucitarán y recibirán la inmortalidad.
- I Cor. 15:54 = El cuerpo mortal se revestirá de inmortalidad.
Note que el hombre perdió su inmortalidad originalmente concedida por Dios, al haber este pecado. (Gen. 3:22).
Si la Biblia no enseña que el hombre es inmortal, cómo apareció esta creencia ? Si nos reportamos al capítulo 3 de Génesis encontraremos cabal respuesta para esta indagación.
El Señor Jesús dijo que el diablo es mentiroso y homicida desde el principio (Juan 8:44 y Gen. 2:17).
Dios dijo: CIERTAMENTE MORIRÁS. El diablo a través de su "médium" dijo: CIERTAMENTE NO MORIRÁS. (Gen. 3:4). Lea esto en su propia Biblia.
Dios dijo: "El alma que pecar esa morirá". (Ezeq. 18:4,20). Pero el diablo coloca el alma en el purgatorio, en el infierno y hasta en el Cielo; en los centros espiritas, en las encarnaciones y en los estados elevados de purificación. Sus siervos son engañados y así engañan los que no conocen la Santa Palabra.
Note bien que la palabra diablo quiere decir mentiroso. Donde haya mentira es sinónimo de su presencia. La mentira es obra de él. No espere ver una criatura horrenda, con cuernos y un tridente. Él es mucho más experto que todos nosotros juntos. Por eso es que precisamos desesperadamente de la presencia de Cristo a todo instante, para que no seamos engañados. Nosotros no tenemos armas para poder enfrentar Satanás y aun salir vencedores. Esto es totalmente imposible! Nunca confíe en usted mismo; confíe totalmente en Cristo.
¿Qué es lo que la Biblia nos enseña sobre la muerte ? El episodio de Lázaro es aclarador (Juan 11:1-46).
Jesús delante de la tumba de Lázaro dijo: "Lázaro, ven para fuera". Si Jesús fuese un espirita diría: vamos invocar su espíritu, talvez tenga un recado. Si Jesús fuese romanista diría: vamos a rezar una misa de cuerpo presente. Y si Jesús creyese que Lázaro estaba en el Cielo diría: desciende del Cielo, lo que efectivamente no sería ninguna ventaja, volver del Cielo para la Tierra. Tales enseñanzas no tienen fundamentos bíblicos, y por lo tanto no son de Dios.
Aun cuando la Biblia nada enseñe sobre un alma o espíritu consciente que sobrevive después de la muerte del cuerpo, ella habla mucho sobre la vida después de la muerte. Ninguna distinción es hecha entre la forma de muerte del justo o del impío. Así como muere uno muere el otro. Pero existe una diferencia extraordinaria con relación al futuro de los justos y de los impíos muertos. Todos permanecen en el polvo hasta el tiempo de la resurrección. Entonces vivirán nuevamente para enfrentar las consecuencias de sus decisiones durante el tiempo de vida que les fue concedido (Juan 5:28-29; I Tes. 4:16-17). Los que aceptaron la oferta de Cristo de vida eterna e inmortalidad la recibirán por ocasión de la venida del Señor. Los que rechazaron esta oferta no pueden recibir vida de ninguna otra fuente (Juan 1:4; 3:16; 17:2 y I Juan 5:12).
"Aquel que tiene el Hijo tiene la vida". (I Juan 3:15). Literalmente la expresión dice: TIENE LA VIDA, y se refiere a la VIDA ETERNA de I Juan 5:11. Esta vida comienza con el nuevo nacimiento del cristiano (Juan 3:7), y continua por toda la eternidad. (I Juan 3:14; 5:11-12; Juan 1:4; 5:24; 10:28 y 12:25). Aquel que es victorioso en Cristo nunca pierde este don. Muerte, disolución física, y sueño inconsciente hasta la resurrección, no elimina el don de la vida donado por Cristo. Para los muertos que duermen no hay consciencia del lapso de tiempo entre la muerte y la resurrección.
El concepto de la inmortalidad del alma, estar sobreviviendo después de la muerte del hombre, como un espíritu sensible e inteligente, con una existencia separada del cuerpo, penetró durante el periodo intertestamentario, a través de la influencia de la filosofía griega, sobre el pensamiento judío. Durante los tres primeros siglos dC, la teología cristiana adoptó la idea del mismo origen, especialmente Platón. Según el historiador griego Heródoto, los griegos tomaron prestado este concepto de los egipcios. El concepto popular sirve de base para varias doctrinas tal como la idea de que después de la muerte el hombre va para el Cielo, purgatorio o infierno, y que los perversos van a ser quemados eternamente. Las Escrituras enseñan que solamente Dios es inmortal, o que tiene la inmortalidad, que el hombre recibe esta dádiva cuando acepta a Cristo y que esta inmortalidad será concedida a los salvos simultáneamente en la resurrección con motivo de la segunda venida de Cristo.
Si creemos en lo que la Biblia enseña cuanto a este asunto, precisamos aceptar:

1.- Que habrá una resurrección (II Cor. 15 y I Tes. 4:13-17)
2.- Que se procesará un juzgamiento final (Hechos 17:31)

¿Habría necesidad de resurrección si al morir la persona ya recibe su recompensa ?
¿Cuál es la necesidad del juzgamiento si la persona ya se encuentra en el Paraíso gozando de las bendiciones de Dios ?





Estas contradicciones no existen en el Libro Sagrado. Morir no significa ir al infierno, al purgatorio o al Cielo, sino que significa cesación de la vida hasta la resurrección.

EL ESTADO DEL HOMBRE EN LA MUERTE

¿Por qué es imposible el infierno eterno ? ¿Por qué es imposible el purgatorio ?
Estas preguntas nos llevan a la consideración de lo que la Biblia enseña cuanto a un futuro juicio, el estado del hombre en la muerte, y a una punición futura.

1.- EL JUICIO:LA NECESIDAD DEL JUICIO.-

Los hombres en la tierra casi nunca reciben su justa retribución. Algunos alcanzan éxito aparente con sus maquinaciones impías, al paso que otros que tienen motivos puros y buenas intenciones son atrapados en celadas astutamente armadas, y sufren. La vida casi nunca recompensa la virtud y la honestidad, ni pune la maldad. Por lo tanto, para que prevalezca la justicia, tiene que haber un día de ajuste de cuentas. Dios no puede ser Dios y no tener un día de juicio. La necesidad del juicio es evidenciada por los siguientes pasajes: Hechos 17:31 y Heb. 9:27; Hechos 24:25; Judas 6; II Pedro 2:9; Apoc. 20:4,12.
El tiempo del juicio no es ni en esta vida y ni en la muerte. Está en el futuro. Es general y no individual. Dios tiene establecido un día en que con justicia ha de juzgar ... Este día no es durante la vida y ni por ocasión de la muerte. El juicio viene después de la muerte. ¿Cuánto después de la muerte? Ese día está en el futuro, y es llamado JUICIO VENIDERO. En los días de Pablo había personas que ya habían muerto hace 4.000 años y aun no habían sido juzgadas. Los ángeles malos están reservados "hasta el juicio de aquel gran día".
¿POR QUÉ ESE DÍA DEL JUICIO GENERAL ESTÁ EN EL FUTURO ? Porque en el día del juicio se deberán tomar en cuenta todos los actos de la persona durante la vida y las consecuencias de los actos después de la muerte. Si en el día del juicio se deberán tomar en cuenta las consecuencias de un acto, bien como el propio acto, entonces el día del juicio no puede venir sin que termine la historia de la tierra y todos los resultados sean computados. Pocos son los actos buenos o malos, que no tengan amplias consecuencias que exigen tiempo para madurar. Apoc. 14:13 dice: "Para que descansen de sus labores y sus obras los sigan". Pablo vivió hace 19 siglos, pero su vida y enseñanzas aun influencian los hombres. Darwin está muerto, pero su influencia perniciosa no está muerta.

2.- EL ESTADO (CONDICIÓN) DEL HOMBRE EN LA MUERTE.-

Si el juicio no ocurre por ocasión de la muerte, sino que en algún tiempo futuro, ¿qué le sucede a los que mueren? Dónde están, y en que estado ? Sería injusto mandarlos para el lugar de castigo antes que su caso haya sido decidido en juzgamiento, e igualmente discutible sería que fuesen mandados al Cielo, solamente para después ser llamados a juicio, con la posibilidad de ser mandados a otro lugar. Se hace imperativo que todos los casos sean juzgados antes de mandarlos a uno o a otro lugar; y, como el juicio no ocurrirá antes del fin del mundo, ¿qué le sucederá a los muertos hasta el tiempo del juicio ? ¿Dónde están ellos, y en qué estado ?
Estas son preguntas embarazosas para los que creen en la inmortalidad del alma. Tienen ellos que proporcionar un lugar para quien salió de este mundo - cielo, infierno o purgatorio. Esta concepción tiene en contra que es totalmente anti-bíblica y hace enteramente innecesarios, tanto la resurrección como el juicio final; ya que, si el alma ya está en el Cielo, ¿cómo sería posible que exista cualquier necesidad de resurrección ? ¿Y qué utilidad tiene la resurrección para el alma que ya está en el Cielo ? Sería no apenas innecesario como inútil, para no decir ridículo.
También, ¿qué utilidad tendría una resurrección para quien estuviera en el infierno ? El alma está allí en tormento, y repentinamente le es notificado que será resucitada. ¿Con qué propósito se daría eso ? Para el propósito de juzgamiento, respondería alguien. Pero, si esa alma ya está en el infierno sufriendo, no sería irrisorio hacerla comparecer a un juicio para ser juzgada, y determinar la justicia de la sentencia que ya ha estado en ejecución millares de años, talvez ?
¿Qué sucede con los muertos ? Aprendimos anteriormente que el hombre es mortal, sujeto a la muerte, y la inmortalidad no es un estado inherente, sino que tiene que ser buscado, y es conseguido apenas por los que son de Cristo. ¿ Al morir el hombre, por lo tanto, qué ocurre, realmente ? ¿Está viva alguna parte de él o está real y totalmente muerto ?
El espíritu, aprendimos, es el hálito impersonal y vivificante, proveniente de Dios, y que en el principio fue soplado en la nariz de Adán e hizo de él un alma (ser) viviente. Ese hálito de vida fue dado al hombre y a los animales igualmente, y es el universal principio de vida proveniente de Dios (Gen. 2:7; 7:15,21-22). Por ocasión de la muerte, ese espíritu de vida vuelve para Dios, que lo dio (Ecle. 12:7). Vino de Dios; vuelve para Dios. Era impersonal cuando fue soplado en Adán, vuelve de la misma forma. El espíritu, hálito de vida, deja el hombre y el animal, por ocasión de la muerte. Dios les dio la vida, ahora El la retira. Y la vida vuelve para Dios que la dio. Como en el principio ese hálito de vida (más el polvo de la tierra) hizo con que Adán se volviese alma viviente, así ahora, cuando es quitado, deja la persona - sin vida, inerte, sin consciencia, sin personalidad.
¿Qué sucede con el alma ? Dejó de existir. Así como la música cesa cuando el arco del violín queda paralizado sobre las cuerdas; así como la luz se apaga cuando la corriente eléctrica es desconectada, también el alma - consciencia, personalidad, voluntad - deja de existir cuando Dios retira Su espíritu. Entonces reposa el hombre en paz hasta la mañana de la resurrección (Isa. 57:2).
La muerte es comparada a un sueño (Dan.12:2; Hechos 7:60; I Cor. 15:20; I Tes. 4:13-14). En un sueño imperturbable existe perfecta inconsciencia. Para todos ellos, el tiempo es inexistente. También lo es en la muerte. "Perecen sus pensamientos". (Salmo 146:4). No tienen "memoria" (Salmo 6:5). "No alaban a Dios" (Isa. 38:1Cool. "Los muertos no saben ninguna cosa" (Ecles. 9:5). "Descienden al silencio" (Salmo 115:17).
Este, pues, es el estado del hombre en la muerte. La sepultura es su casa (Job 17:13). Allí reposa él en paz hasta que venga el llamado. Entonces "todos los que están en los sepulcros oirán Su voz y ... saldrán". (Juan 5:28-29; Isa. 26:19; I Cor. 15:52 y I Tes. 4:16).




Esta representación bíblica del estado del hombre en la muerte hace de la resurrección una necesidad, y le da sentido a las palabras de Pablo: "Si Cristo no resucitó, es vana su fe ... y también los que durmieron en Cristo están perdidos". (I Cor 15:17-1Cool.
¿Cómo podrían ser verdaderas estas palabras si fuese cierta la doctrina de que, por ocasión de la muerte, los justos van inmediatamente al Cielo ? No, la resurrección es una necesidad. Si no fuese así, "los que durmieron en Cristo están perdidos". La inmortalidad (vida) está en Cristo y no en el hombre.

3.- CONDICIÓN DEL HOMBRE EN LA MUERTE.-

3.1.- La muerte es comparada a un sueño (Dan. 12:2; Hechos 7:60; I Cor 15:20; I Tes. 4:13-14; Juan 11:11-14; I Cor. 15:6; Salmo 17:15).
3.2.- En un sueño:
3.2.1.- Hay inconsciencia: Salmo 6:5; 30:9; 88:10; 115;17; 146:4; Ecles. 9:5-6.
3.2.2.- No hay noción del tiempo. El tiempo es inexistente en el sueño de la muerte.
3.2.3.- No hay pérdida de las características (de identidad).
3.2.4.- No hay sufrimiento en el sueño (Job 17:13; Ecles. 9:5-6).

4.- LA RESURRECCIÓN ES LA ESPERANZA DE LOS CRISTIANOS.-

- Job 17:13 - La sepultura es su casa
- Allí reposa en paz hasta venir el llamado: Juan 5:28-29; 6:39-40; Isa. 26:19; Job 19:25; Salmo 17:15; I Cor.15:52; Lucas 20:37.
- En los días de Cristo, los fariseos discutían, no la cuestión de la muerte mas la resurrección: Mat. 22:28-30.

La recompensa es dada, no en la muerte, sino que en la resurrección, y, la resurrección tendrá lugar en el segundo advento de Cristo. (I Cor. 15:52-54; I Tes. 4:13-17).
Por ocasión de la muerte los santos van a la sepultura. Ellos vivirán otra vez, pero vivirán con Jesús después de la resurrección. Mientras estén en la sepultura, durmiendo, ellos no saben de nada. No tienen consciencia del tiempo. Si deben aguardar 1000 años, para ellos será igual a un momento. Aquel que sirve a Dios, cierra sus ojos en la muerte, y si pasa un día o mil años, el momento siguiente será cuando abra los ojos y vea a Jesús.

5.- LOS JUSTOS NO ESTÁN EN EL CIELO.-

David, el hombre según el corazón de Dios, en vez de estar en el Cielo en el presente momento, como enseña la teoría de la inmortalidad del alma, está durmiendo en la sepultura. Esto es claramente revelado por Pablo en Hechos 13:36. Pedro declara explícitamente que David no subió al Cielo (Hechos 2:34), y en el versículo 29 él revela donde está David hasta hoy, y acerca de los héroes de la fe, es dicho lo mismo en Heb. 11:39-40; II Tim. 4:6-8.

CONCLUSIÓN: Muerte no es vida en otro estado. Muerte es completa cesación de la vida (Job 7:21). - Ciertamente ninguna otra expresión muestra tan explícitamente esta cesación de la existencia como la muerte. MORIR ES NO SER!